El cabello después del verano está más debilitado por las largas exposiciones al sol y por el continuo contacto con el agua de la piscina o del mar.
La vuelta a la rutina del día a día: trabajo, estudios, obligaciones, estrés... todos estos factores pueden favorecer la caída del cabello.
Existen también otras causas para la caída: caída de cabello hereditaria, malos hábitos alimenticios o el postparto o los tratamientos médicos, entre otros.
¿Qué hacer para evitar la caída de cabello estacional?
Cuida tu cabello, peina el pelo con cuidado evitando que se enrede y se rompa y arranque. Es recomendable la utilización de un producto suavizante para facilitar el cepillado.
La utilización del secador puede afectar la calidad de pelo, pero no a su caída.
Los masajes del cuero cabelludo y la aplicación de calor controlado aumentan la vasodilatación y la actividad del folículo piloso, por lo que también está recomendado.
Cuida la alimentación llevando una dieta equilibrada, comiendo productos de temporada y de proximidad para aprovechar todas sus vitaminas y minerales.
Controla tu estado de ánimo. El estrés y la ansiedad favorecen la caída.
Y utiliza productos eficaces para frenar la caída de pelo, desde champús anticaída hasta complementos alimenticios y / o lociones.
Todos estos buenos hábitos te ayudarán a recuperar el buen estado capilar, aportando los nutrientes necesarios y fortaleciendo el cabello.
En cualquier caso, ante una situación de caída de cabello desproporcionada que nos ocasione preocupación, se recomienda ir a nuestro médico de cabecera para intentar determinar la causa y, en su caso, que nos derive al especialista correspondiente: dermatólogo , endocrino, ginecólogo, para tratar el problema de la forma más eficaz.