El continuo roce de la mascarilla con la piel, el sudor, el ambiente húmedo generado por la saliva y el aliento, provoca un aumento de la secreción sebácea y una hiperqueratinización. Todo ello bloquea el poro, el sebo queda atrapado en el poro, produciendo una inflamación y favoreciendo el sobrecrecimiento de la bacteria C. acnes.
¿Cómo podemos prevenir la proliferación de bacterias y mejorar la calidad de la piel acneica?
- Una buena limpieza facial por la mañana y por la noche es importante para eliminar secreciones de grasa y restos epidérmicos. Es recomendable utilizar agua micelar para pieles mixtas o acneicas o gel limpiador con acción purificante y anti-imperfecciones.
- Hidrata tu piel. Es recomendable una crema que no sea comedogénica ni grasa. Existen gamas específicas, además de hidratantes, para el cuidado de las imperfecciones (por ejemplo la gama Bioderma Sébium es ideal para este tipo de pieles):
- Sébium Gloval Cover: Crema purificante de cobertura.
- Sébium Sensitive: calma, rehidrata y elimina lesiones del acné.
- Sébium Global: Cuidado anti-imperfecciones.
- Sébium Para-refinado: tratamiento corrector de poros dilatados persistentes.
- Evita el uso de maquillajes y, si quieres utilizarlos, que sean oil-free. No te olvides de retirar el maquillaje al llegar a casa. Puedes utilizar soluciones limpiadoras no alcohólicas o aguas micelares.
- Puedes añadir a tu rutina el uso de exfoliante específico para pieles acneicas dos veces por semana.
¡Evita el maskné, no la mascarilla!