Durante esta época del año podemos tener malestar general, fiebre, tos, congestión nasal, mucosidad, irritación en la garganta, lagrimeo de los ojos, aparición de grietas en la piel por agresión del aire frío, entre otros.
Para contrarrestar estos síntomas se pueden administrar algunos medicamentos, siempre administrados de manera responsable, bajo consejo farmacéutico o prescripción médica.
- Antitérmicos: para combatir la fiebre.
- Analgésicos: para atenuar el malestar general, el dolor de cabeza o el dolor muscular.
- Termómetro corporal (antes comprobaremos que esté en buen estado).
- Hidratantes corporales, labiales, y crema de manos: la piel es uno de los órganos que más sufren las agresiones del frío. Principalmente lo notamos en aquellas zonas más expuestas como las manos. Una buena hidratación de la piel nos ayudará a protegernos de las agresiones del frío, evitará que la piel se debilite y que se produzcan lesiones.
- Antihistamínicos, para evitar el goteo nasal y los estornudos
- Antitusígenos, para evitar la tos
- Mucolíticos y expectorantes, para fluidificar y eliminar la mucosidad
- Antisépticos bucofaríngeos para suavizar la irritación del cuello.