La piel de los niños es más frágil que la piel de los adultos y pueden sufrir quemaduras solares.
Los bebés menores de 6 meses no deberían exponerse directamente al sol. Su piel es extremadamente sensible por ello se recomienda cubrirlos con ropa, gorro, gafas de sol,...
En bebés mayores de 6 meses, especialmente en menores de 12 meses, se recomienda utilizar fotoprotectores con filtros físicos/minerales. Éstos actúan sobre la piel creando una barrera impidiendo que los rayos solares penetren en la piel. Este tipo de protectores solares físicos o minerales son aptos para pieles atópicas.
En niños mayores de 3 años, sí se puede recomendar una fotoprotección con filtros químicos. Éstos suelen ser más fáciles de aplicar, existen en formatos gel/crema, loción o spray y son resistentes al agua.
RECUERDA...
Evita la exposición directa al sol y en las horas de mayor radiación solar (12 a 16h).
Aplica la crema 30 minutos antes de la exposición solar.
Reaplica la crema cada 2 horas.