La gripe es una enfermedad aguda producida por un virus (influenza) y afecta a las vías respiratorias superiores.
Es muy contagiosa, se propaga por las microgotas que se esparcen con la tos y los estornudos de las personas afectadas. La enfermedad aparece entre las 18 o 72 horas después de la primera infección y los síntomas suelen durar de 5 a 6 días.
Es en invierno cuando se registran más casos de gripe. La presencia de la gripe en el organismo puede facilitar otras infecciones como la neumonía, la bronquitis, y pueden sufrir más complicaciones los pacientes con asma, diabetes, insuficiencia cardíaca o las personas mayores y muy jóvenes.
¿Cuáles son los síntomas de la gripe?
- Fiebre + de 38ºC
- Dolor de cabeza y cuello.
- Dolores musculares y fatiga.
- Menos frecuentes pueden ser tos seca, congestión
Los resfriados, en cambio, pueden aparecer todo el año. Las complicaciones son menos frecuentes y los síntomas se mantienen por menos tiempo.
¿Cuáles son los síntomas de los resfriados?
- Estornudos, secreción nasal, tos
- Es poco frecuente que aparezca fiebre.
- Dolor de garganta.
¿Cómo prevenir la gripe?
Con la vacunación. Sobre todo recomendada en personas con patologías respiratorias y cardíacas crónicas, inmunodeprimidos y personas en contacto cotidiano con estos enfermos.
En caso de que una persona quiera vacunarse y tenga la gripe, hay que esperar a estar totalmente recuperado para vacunarse. No se puede vacunar a los niños menores de seis meses.
¿Qué debemos hacer si tenemos la gripe? Medidas higiénico-sanitarias
- Lavarse bien las manos con agua y jabón antes de cada comida.
- Utilizar pañuelos desechables.
- Utilizar máscaras protectoras para evitar contagios.
- Humidificar el ambiente. Ventilar periódicamente los espacios cerrados.
- Evitar cambios bruscos de temperatura.
- Evitar el humo del tabaco.
- Un buen descanso ayudará a mejorar la infección.
Existen varios medicamentos para paliar los síntomas de la gripe, e incluso, muchas veces pueden estar indicadas especialidades farmacéuticas que contienen un “cocktail” de medicamentos (fundamentalmente EFPs) para combatir todos los síntomas asociados a la vez. Dentro de estos principios activos, de uso más frecuente se pueden recomendar: paracetamol y el ácido acetilsalicílico, útiles para la fiebre y el dolor. Si además existe congestión nasal, los sprays nasales descongestivos o el agua de mar (Rhinomer) serían los indicados. Finalmente, en caso de dolor de garganta, recomendaríamos bien comprimidos para chupar, o bien sprays con acción local (a base de propolis, antiinflamatorios, antisepticos, anestésicos...).
Recuerda, no deben tomarse antibióticos para tratar la gripe, porque la gripe es causada por un virus y los antibióticos únicamente están indicados para combatir bacterias.