1. Piel grasa
La piel grasa es una piel que necesita generar más seuper poder mantenerse hidratada, causando más proliferación de bacterias y acumulación a los poros. En estos casos, necesitamos limpiadores con muy poca cremositat. Los hielos son la mejor alternativa.
2. Piel seca
La piel seca necesita una ayuda extra de hidratación, puesto que no retienen bien los aceites naturales. En estos casos, necesitamos limpiadores con buena cremosidad y poder hidratante. En pieles secas es recomendable no ducharse con agua caliente, sino tibia o fría.
3. Piel mixta
La piel mixta es grasa en la zona T (nariz, frente, mentón) y seca al resto de la cara. En estos casos, conviene combinar productos o buscar alternativas para pieles mixtas.
4. Piel sensible
La piel sensible tiende a ser similar a la piel mixta y además tiende a rechazar algunos productos causando irritaciones o erupciones En estos casos necesitamos limpiadores hipoalergénicos para lucir una piel sana sin irritaciones.
5. Piel normal
La piel normal presenta un equilibrio que hace que sea más fácil de cuidar, y la mayoría de los productos tienen la misma efectividad en piel normal.
