¿Qué es la píldora del día después?
La píldora del día después es un anticonceptivo de emergencia indicado por aquellas mujeres en edad reproductiva que han tenido una relación sexual con riesgo de embarazo no deseado. Es un comprimido que contiene levonorgestrel o acetato de uliprista y su función es retrasar la ovulación, evitando la fertilización.
No debe utilizarse como método anticonceptivo habitual y es recomendable acudir al centro de salud o centro de planificación para la adopción del método anticonceptivo más apropiado.
Para que el medicamento sea efectivo, debe tomarse antes de que hayan transcurrido 72 horas desde la relación sexual.
Cualquier medicamento puede tener efectos secundarios, pero pueden variar en cada persona. Los más comunes son dolores de cabeza, náuseas (sensación de malestar), dolor abdominal, fatiga, mareos y períodos dolorosos.
Una vez tomada la píldora, la menstruación debe venir, como máximo, tres semanas después de haber realizado el tratamiento. Si no es así, debe realizarse la prueba del embarazo.
Es habitual después de haber tomado la “píldora del día siguiente” tener pequeñas pérdidas de sangre antes de la menstruación y puede verse alterada la duración y cantidad de menstruación.
Puede verse afectada la eficacia de la píldora:
Si han transcurrido más de 72 horas desde su relación sexual.
Si hay vómitos o diarreas antes de que hayan pasado 3 horas después de la toma, es necesario volver a tomar los comprimidos.
Si la mujer ha utilizado este método en el último ciclo menstrual o en el anterior. El uso frecuente de la anticoncepción de urgencia puede dar lugar a intensificar los efectos secundarios, como las irregularidades menstruales.
Si la mujer está tomando otros medicamentos o plantas medicinales, debe asegurarse de que no hay interacciones.
Aunque un medicamento que puede ser dispensado sin receta médica, desde la farmacia debemos proporcionar información sobre la anticoncepción de emergencia dar a conocer los métodos anticonceptivos regulares disponibles.
Anticonceptivos hormonales: píldora, la minipíldora de progestágeno, los parches, el anticonceptivo inyectable y los implantes. Permiten controlar la fertilidad, y, en ocasiones, también se prescriben para mejorar las menstruaciones abundantes, la endometriosis y los efectos más graves de la premenstruación.
Anticonceptivos no hormonales: preservativos masculinos y femeninos, que son además los únicos anticonceptivos que ayudan a prevenir la transmisión de las ITS a la vez que evitan el embarazo no deseado. También encontramos los espermicidas y las esponjas vaginales.
Para cualquier duda se aconseja consultar al farmacéutico/a, dirigirse al centro de atención primaria correspondiente, ponerse en contacto con el programa de atención a la salud sexual y reproductiva, o llamar al teléfono de Sanitat Respon 24 horas: 902 111 444.